📖 Resumen general
La parashá se centra en la figura de Balak, rey de Moav, quien se aterroriza al ver el poder y el avance del pueblo de Israel. En lugar de buscar la paz, opta por contratar a un profeta gentil, Bilam, para que maldiga al pueblo. Lo lleva a distintos lugares estratégicos con la esperanza de que desde algún ángulo, Bilam logre encontrar “una grieta” para maldecir. Pero, una y otra vez, de su boca solo salen bendiciones.
En el corazón del relato está el conflicto entre lo que uno quiere decir y lo que Hashem le hace decir. Bilam, aunque tiene fama de profeta, es codicioso, arrogante, y profundamente interesado en su propio honor y beneficio. Quiere maldecir, pero no puede.
Finalmente, y como un último intento, Bilam aconseja a Balak provocar al pueblo de Israel a pecar con las hijas de Moav y la idolatría de Peor. El plan funciona parcialmente, hasta que Pinjás, con celo por el honor divino, detiene la plaga con un acto drástico de justicia.
🔍 Claves de lectura con enfoque moderno
1. La obsesión por controlar lo que no te corresponde
Balak no acepta el curso de los acontecimientos. Se niega a convivir con Israel, se niega a consultar, dialogar o entender. Solo quiere anular, eliminar lo que le resulta incómodo. ¿Y qué hace? Gasta fortunas, energía, tiempo, y hasta se rebaja espiritualmente… para intentar forzar una maldición que jamás podrá salir.
➡️ ¿Cuántas veces en la vida moderna actuamos igual?
Queremos controlar lo que otros piensan de nosotros, manejar resultados que están fuera de nuestro dominio, manipular situaciones para que salgan como nos gustaría… aunque eso implique perder nuestra paz interior o incluso nuestros valores.
2. Bilam: talento sin integridad
Bilam tenía una cualidad profética, pero su corazón estaba podrido por el ego, la codicia y el deseo de prestigio.
Sabía hablar, pero no sabía callar.
Sabía ver, pero no quería ver la verdad.
➡️ Hoy también vemos muchos “Bilams”: gente talentosa, con poder de palabra, con capacidades, pero que usan esos dones para alimentar su ego, confundir a otros, o justificar acciones éticamente dudosas.
👉 El talento sin emuná, sin lealtad al Eterno, sin humildad… es peligroso.
Y más aún cuando se usa para disfrazar el mal de bien.
3. «¡Mah tovu ohaléja Iaakov!» – Las palabras que lo delataron
En el clímax de la parashá, Bilam dice una de las frases más bellas de la Torá:
«¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Iaakov, tus moradas, Israel!»
Una bendición involuntaria, que hasta hoy repetimos al entrar al templo.
➡️ A veces la verdad se escapa incluso de labios que no la buscan.
Bilam no quería bendecir, pero al estar frente a la grandeza del pueblo, no pudo evitarlo.
📌 Mensaje potente para hoy:
Cuando una comunidad vive con dignidad, orden, recato, armonía —como esos campamentos de Israel que no se asomaban uno a otro— la kedushá se hace visible incluso para los enemigos.
El respeto mutuo, la privacidad, la armonía familiar… eso es luz, y eso habla más fuerte que mil discursos.
4. El pecado de Peor: cuando el enemigo no puede vencerte, te seduce
Cuando maldecir no sirve, Balak y Bilam cambian de estrategia: la inmoralidad, el placer sin límites, el descontrol disfrazado de libertad.
Y lamentablemente, parte del pueblo cae.
Hoy en día, eso se ve muy claro:
No hace falta guerra ni odio para destruir un pueblo. Basta con corromper su moral, banalizar su alma, hacerle olvidar su propósito.
📌 Por eso la Torá termina esta parashá con el acto valiente de Pinjás, que corta de raíz la decadencia.
A veces, el amor por el pueblo implica tomar decisiones incómodas.
No todo se puede tolerar. No todo se puede “acomodar”.
¡La santidad se defiende!
💬 Mensaje final: “Tu voz tiene poder —úsala con emuná”
Esta parashá es una gran lección sobre el poder de las palabras, de las intenciones, y de las decisiones.
📌 Bilam tenía voz… pero no tenía corazón puro.
📌 Balak tenía miedo… pero lo manejó mal.
📌 Pinjás tenía celo… y lo canalizó con coraje.
Y nosotros hoy, ¿cómo usamos nuestra voz?
¿Para inspirar o para quejar?
¿Para alentar o para destruir?
¿Para maldecir lo que no nos gusta, o para bendecir lo que funciona?
🎯 Vivimos en tiempos donde las palabras vuelan más rápido que nunca.
Que aprendamos de Bilam lo que no hay que hacer, y de nuestras propias tiendas de Iaakov, cómo construir espacios donde la Shejiná se sienta en casa.
Shabat Shalom umevoraj — con voz clara, intención pura, y comunidad elevada.
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