¿Te relacionas o comunicas?

Cuando la Comunicación Auténtica no es el puente de las relaciones personales, queda abierto el camino a una relación superficial.

Es decir la superficie de uno es la que se contacta con la superficie del otro, no hay vínculo, no hay intimidad, no hay admisión o conocimiento mutuo.
Se puede pasar la vida entera en este tipo de relación superficial, uno al lado del otro, y lo triste es que se cree que se comparte la vida, que se alcanza la esencia del uno y del otro; cuando lo cierto es que no pasan de un contacto esporádico de cuerpos o de ideas que se fabrican de sí mismo o del otro.
Esta relación superficial, ajena a la Comunicación Auténtica, produce desgaste físico, emocional, intelectual y social. Las personas permanecen en un estado permanente de tensión y de oclusión de su Yo Auténtico.
De esta manera a duras penas se reciben los mensajes emitidos por el otro y escasamente se llega a comprender o admitirlos. Quizás en el plano de la información el contenido de los mensajes sea útil, es decir, se comparta alguna información superficial, como por ejemplo la hora de la comida, por ejemplo si van a ir con los chicos al Zoo, por ejemplo el resultado de un partido de fútbol, etc. Informaciones que quizás sean abundantes y sustanciosas, pero carentes de la expresión y admisión del Yo Auténtico de cada uno de los que se están relacionando.
Por supuesto, que de esta manera jamás se produce ese arrobador encuentro del Yo Auténtico de ambos.

En la relación superficial se pueden dar las siguientes modalidades:

  • Evasiva
    Uno o ambos evaden el encuentro.
    Pueden ser cónyuges, socios, jefe y empleado, padre e hijo, etc., sea cual sea el rol que ocupan, se está en situación de huida, de salir del medio, de no querer siquiera el encuentro con el otro.
    No estamos indicando situaciones en las cuales se produce un escape forzado, sino en una modalidad de relación habitual o frecuente que se da entre dos o más personas.
    Una de las formas de esta modalidad es la mentira, el engaño y la falta de sinceridad.
  • Agresiva
    Uno o ambos recurren a la agresión física, emocional o verbal.
    Golpes, encierros, no proveer para el sustento del dependiente, insultos, motes, desvalorizaciones, ridiculizar en presencia de otros, contar secretos del otro a ajenos, etc.
    El ejemplo clásico son esas parejas en las cuales el marido golpea a la esposa e "inexplicablemente" siguen juntos. Puede haber denuncias policiales, intervención de la justicia, etc. y ellos siguen en esta relación. ¿Cuál podría ser el motivo? Probablemente que ambos sienten que se mantienen "apegados" a través de "pegarse". Es una relación superficial, de contacto violento entre las superficies de ambos.
    Pero, por supuesto que no solamente se incluyen los golpes en esta modalidad, tal como hemos expresado un poco antes.
  • Victimizada
    Uno o ambos, al unísono o alternativamente, se presentan como víctimas de las acciones u omisiones del otro.
    Llantos, quejas, reclamos, demandas, insatisfacción, suspiros dolidos, etc.
    La relación se da en base a que uno, o el otro o ambos, se asuman o presenten en posición desventajosa a causa del otro. Es como que los une ese sufrimiento, imaginario o fáctico.
  • Redentora
    Uno o ambos procuran salvar al otro.
    Es típico el caso de las mujeres que se ponen como meta recuperar de las adicciones a sus parejas, y aceptan cualquier abuso o padecimiento solamente porque tienen por delante ese inalcanzable objetivo.
    Buscan y rebuscan maneras para rescatar al otro y si fracasan, pues esto es lo más probable que ocurra, quizás cambien de persona para redimir.
  • Informativa
    En esta relación se emiten mensajes carentes de intimidad, faltos de proyección del Yo Auténtico.
    Si uno de los relacionados abriera el canal para proyectar su intimidad, el otro lo recibe solamente como un dato informativo, sin espesor, sin admisión del otro en su profundidad.
    Es una relación aséptica, apropiada para los intercambios con el cajero del súpermercado, con el boletero del cine, etc., pero no es la que permite un vínculo real entre ambos participantes.
  • Interesada
    Se mantienen en relación solamente por algún interés que comparten o que uno provee al otro.
    El ejemplo habitual es el del cónyuge que dice: "no puedo vivir sin ti", o "te necesito como el aire". Es una posición absolutamente egoísta, el otro está en función de las propias necesidades. Es funcional a un objetivo personal que cuando se alcanza convierte a la otra persona en descartable.

Hasta aquí la breve descripción de las modalidades.
A través del estudio y aplicación de las reglas de la Comunicación Auténtica la relación se va reforzando, cobrando profundidad y vigor.
De esta manera las personas se liberan de pesos, de tensiones, de problemas y encuentran el solaz de expresar en buena medida su Yo Auténtico y sentir que el otro le admite y acepta, así como uno admite y acepta al otro.

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Juan Pablo

Moré, lastimosamente debo adminitr que la gran meyoria de mis relaciones siguen este patrón, que bueno poder adquirir sabiduría para cambiar el curso de las mismas. Saludos

Yehuda Ribco

Juan Pablo, el inicio del crecimiento es admitir el lugar en el cual uno se encuentra, aunque este sea lastimoso o no el mas luminoso.
A las ordenes y bendiciones

Hernan Juri

Felicitaciones por el nuevo diseño es muy bonito…pero…que pasó con la foto de nuestro moré???

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