«Porque el judío Mordejai [Mardoqueo] fue el segundo después del rey Ajashverosh [Asuero].
Él fue grande entre los judíos y querido por la mayoría de sus hermanos.
Procuraba el bienestar de su pueblo y promovía la paz entre todos los de su linaje.»
(Ester / Esther 10:3)
Con estas palabras concluye el relato de Ester, la más famosa de las cinco meguilot.
Miremos detenidamente el último párrafo, “Procuraba el bienestar de su pueblo y promovía la paz entre todos los de su linaje»; ¿nos llama la atención alguna cosa?
A mí sí.
Por ejemplo, ¿por qué hace la distinción entre los judíos y su descendencia?
Una respuesta podría ser la siguiente: su actividad benéfica no solamente estaba dirigida a las personas actuales, sino que incluía un proyecto a largo plazo, que tomaba en cuenta a los que aún no habían nacido.
Con una gran visión a futuro, sabía de la importancia del aquí y ahora, que debe ser vivido a pleno, pero sin por ello poner en peligro el bienestar de las generaciones futuras.
Lo que actualmente denominamos desarrollo sustentable. Que el uso actual de los recursos no perjudique la realidad de aquellos que vendrán después.
Es una interesante propuesta para tener presente en todos los aspectos de la vida. Vivir a pleno el aquí y ahora ha de hacerse sobre el respeto del pasado y con la intención de preservar del mejor modo posible las posibilidades de futuro. Sin ataduras culposas hacia el pasado, así como tampoco cadenas de angustia y miedo hacia el futuro.
Otra idea posible, es que había en aquellas épocas judíos que eran parte del pueblo, y había otra gente que era de linaje judío pero que sus vínculos con la cultura judía y/o con su pueblo era débil.
La asimilación no es un fenómeno reciente, ya en aquellas lejanas fechas era un mecanismo que desaparecía judíos, los cuales eran absorbidos entre las naciones.
Igualmente Mordejai trabajaba para que el SHALOM estuviera también para ellos. Que el cercano siguiera estándolo, y que el lejano no cortara definitivamente todos los vínculos, porque habiendo una pequeña chispita es posible encender luego una gran lámpara.
Mientras pensaba en esto, recorría el texto de la meguilá un poco hacia atrás y me encontré con este otro versículo, finalizando casi el capítulo anterior:
«Estos días de Purim no dejarán de celebrarse entre los judíos, ni su memoria cesará entre sus descendientes.»
(Ester / Esther 9:28)
Otra vez estaba a la vista esta diferenciación entre judíos y sus descendientes, ahora con respecto a la importancia de preservar la celebración y el recuerdo de la festividad de Purim.
Se me ocurrieron, o escuché, algunas sugerentes posibilidades que pudieran dar luz a esta.
1- Aquello judíos que se salvaron del genocidio programado por el malvado Amán y sus cómplices no dejarían de celebrar su salvación; en tanto que sus descendientes, aquellos que solamente conocían el relato pero no la vivencia, se mantendrían leales a través del recuerdo activo, no olvidando y recordando para que esas cosas no sucedan nunca más. Supongo que es lo que pasa con muchísimos judíos hoy día que festejamos Purim. No tenemos el dolor de primera mano, no supimos la angustia de ser contados para el genocidio cercano, pero igualmente celebramos la salvación, y trabajamos para construir SHALOM y evitar todo posible renacer de Amán y sus continuadores.
2- Llegaría una época, ¿la nuestra?, en la cual habría descendientes de judíos que se verían a sí mismos como israelíes, como miembros de un Estado israelita, más que como judíos diaspóricos. Gente quizás afín a recordar los traumas y las hazañas del pasado, pero no para preservar un vivencia ritual. Gente que ama su raíz familiar y cultural, hace florecer la tierra patria, son capaces de entregar su vida para defender a sus hermanos israelitas/judíos, se saben descendientes de los judíos del exilio, pero sin embargo priorizan su identidad de ISRAEL.
Sí, es el retrato de mucha gente israelí actual. Está en sus mentes Purim, hasta con festejos de algún tipo, pero no el tradicional ritual y celebración. Es otra forma de vivir la Familia Judía.
3- Eventualmente habría descendientes de judíos alejados de todo asunto judío o israelí. Seguirían siendo halájicamente judíos, pero llevando una existencia escasamente vinculada al judaísmo en cualquiera de sus formas. A veces hasta incluso siendo antagónicos a las cosas judías y/o a Israel. Y sin embargo, ellos también tendrían memoria de Purim, aunque tal vez ni tuvieran conocimiento o consciencia de la festividad, y de la historia. Tal vez, porque los amalequitas de todas las épocas les harían revivir el drama de ser judío, hasta para ellos que prefieren olvidar que lo son.
Sería infinitamente mejor no precisar de los tragos amargos para recordar quien somos, para vivir de acuerdo a nuestra identidad.
4- Hay descendientes de judíos pero que no son parte de la Familia Judía, pues halájicamente no lo son. Entre estas personas, que son gentiles y deben vivir como noájidas, están los que añoran su raigambre judía y la buscan, en el acierto o en el error. Algunos se embarcan en conversiones al judaísmo, a veces aquellas espurias y sin ningún valor espiritual, otras en las que son leales y legales. Y están los que recuerdan y respetan las cosas de la rama familiar judía, pero sin pretender ser parte del judaísmo ni buscar serlo. Por ello, para los judíos hay celebración de Purim, en tanto que para estos descendientes que no son judíos hay un recuerdo, saber que su familia padeció en el pasado y lo continúa haciendo en el presente, simplemente por ser judíos.
¿Qué te parece?
¿Qué ideas tienes tú?
¿Cómo haces para que la memoria de Purim no cese en tu vida, y en la de tu famillia?
¿Cómo celebras Purim?
¿Cómo evitar nuevos atentados, guerras, provocaciones y el sinnúmero de terrores que nos agreden por ser judíos, o israelíes?
¿Cómo atraer al lejano, pero que sigue siendo parte de la descendencia?
¿Cómo ayudar al descendiente, pero que no es judío?
¿Cómo hacer que la construcción de SHALOM sea algo cotidiano, extendido por todos los confines del mundo?
¡Jag Purim Sameaj!
A mi me gustaría rescatar la siguiente idea. El decreto de Aman podría haber sido peor aún que la mismísima Shoa. Todo, absolutamente todo el pueblo de Israel se encontraba bajo los territorios dominados por Ajashverosh. De haberse llevado a cabo el decreto no hubiera quedado Am Israel. Y que nos salvó? El estar unidos!! Y la fortaleza del pueblo! También Tefilá y ayunos. Pero también y no menos importante el pueblo se levantó, tomo iniciativa de protegerse contra sus opresores y mataron a 57 mil enemigos. Gburá lehumit!! No dejarse estar! No implorar a Dios y quedarse sentados esperando… Read more »
gran refelxion!
Exelente ejemplo, y una memorable historia de Am Israel, eso es ser pueblo… y que en éste Purim sigamos siendolo