 Cuando nos referimos al Eterno como Elohim, pensamos que Él es lo más lejano en tanto lo sentimos como cercano.
Cuando nos referimos al Eterno como Elohim, pensamos que Él es lo más lejano en tanto lo sentimos como cercano.
Y cuando nos referimos a Él como Ad-onai, Lo sentimos como infinitamente lejano en tanto que es lo más cercano.
Y sin embargo, es UNO, sin divisiones, sin asociaciones, sin partes, sin personalidades separadas. UNO perfecto en su UNICIDAD.
Mejor, hablemos CON Él, en lugar de hablar DE Él.
